-Ayer terminé ese cuento...
-Vaya!!! te levantaste, comiste, caminaste y te acostaste con el libro en la mano.
-No creo que tanto, me identifique tanto en el papel, que pensé que mi historia estaba siendo contada... desde otro punto de vista...
-Y entonces?
-Una vez más la magia me alegro el día.
-Y ahora ¿qué te paso, mi amiga esquizofrénica?
-Te acuerdas del día del MP3, cuando caminaba y lo vi por primera vez, que juré decirle que soñe con él... acababa de llover, el asfalto estaba lleno de lodo y mis zapatos se ensuciaron. Ayer, cerré el libro y me quede en trance, como esperando ver una dimensión desconocida, cuando reaccioné, vi que llovía, pero esta vez el agua era dulce y sutil, cuando me despertaba con energía y alegría de la concentración.
-Tus enfermedades mentales cada vez se hacen más agudas... agua dulce de lluvia... ¡qué tontería!
-Jaja... era la representación que le dí a la caricia del agua sobre mi rostro, pues el milagro fué que al caminar, mis zapatos se atascaron en el lodo, mi mp3 sonaba y cuando levanté la mirada, ahí estaba él...
-Esta vez le dijiste, ¿cierto?
-El cuento me enseño bastante, las letras se mezclaron en mi esencia y sé que aquello me hizo trascender... la respuesta es no, pero esta vez no me arrepiento, le di el mejor regalo que tenía en mis manos... y sé que supo valorarlo.
-¿Qué fué?
-Mi sonrisa....
2 comentarios:
¡Belleza de regalo!
Besos
Gracias, Mr.
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