lunes, 7 de junio de 2010

Caminar sin zapatos

Y es que cuando desperté todo parecía confuso...

Como si eso que viví fuera la señal que tanto esperaba
aún así no era claro...

Sabía lo que había pasado... mi alma se convirtió en aire,
pero el miedo invadio mi ser. Era desconocido.

"Confío en mi" me dije
y me fui desvaneciendo hasta quedar libre.

Los sueños y la realidad se mezclaban intermitentes,
personas, lugares, palabras, sentimientos
todo revuelto, sin orden, sin coherencia.

Lo que queda son recuerdos borrosos de aquella partida
con destino al lugar que no conocía.

2 comentarios:

Kaitos dijo...

Un viaje sin el cuerpo.

No hay que tener miedo a escaparse un rato del envase.

De señales y misterios está llena la vida, si sólo pudiéramos interpretarlos y conocernos un poco mas...

La libertad.

Beso

Danaé dijo...

Sabía que tu serías de los pocos que entenderían lo que paso.

Gracias... pasará de nuevo, pero esta vez no tendré miedo.

Beso