Y sin saber que pasaba, se entendió...
Alguna nube se cruzó entre mi sol y yo, tantas eran las cosas que decir, que solo un suspiro valiente logro huir de mi cuerpo sin defensas. Recorrió cada flor, cada recuerdo y cada aliento aumentando el aire comprimido en aquel suspiro. Sorprendido de la fuerza se convirtió en ciclón, que amenazador se elevó y surcó el cielo. Sin algún motivo, desafió a la usurpadora de mi sol... el tiempo pasó y un poco después, haciendo círculos y espirales se mezclo con el celeste cielo.
Yo, miraba a la tierra cuando sentí su calor.
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